La caja de Tornasus
Sergio Roda Gregorio
Hace años que ya no se recitan las palabras que ahora encomiendo en mis labios, sobre este planeta que habitamos. Muchos siglos atrás, en la ya olvidada y remota tierra de Luathur, antes conocida como el reino sin sol, una civilización creció con el paso de los milenios en las tierras donde jamás escaseaba una sola gota de agua pero siempre permanecían las nubes. Con el amanecer de los primeros días de Sovngrey, con la llegada de la nieve, nació un niño que cambiaría el curso de la historia de Luathur. El niño creció con tranquilidad en la pequeña aldea donde había nacido, bajo la protección y amor de sus tíos, debido a que sus padres murieron misteriosamente en el Gran bosque del Norte, y al llegar a la adultez, con sus ansias por explorar, tomó una decisión los primeros días del otoño. Tenía diferentes opciones para emprender su aventura: viajar a la Gran ciudad de Luathur, para ser aprendiz de algún artesano; atravesar los bosques hasta el bosque del Norte, en busca de respuestas; o marchar a los pueblos del Sur, en busca del resto de su familia aún viva.